Anar a la versió en català
Hace poco más de un año explicaba el primer viaje que hicimos a China, para visitar una fábrica de inversores y el centro de I+D de Huawei, una experiencia que me sirvió también para reflexionar sobre el papel de China en el mundo en general, y de la fotovoltaica en particular. Hace unos días hemos tenido la oportunidad de volver a la China, esta vez para visitar una fábrica de paneles fotovoltaicos y baterías del primer fabricante mundial, Jinko; y para estar presentes en el 2º Global Installer Summint de Huawei. Todo esto fue posible gracias a la gentileza de Huawei, de Jinko y del distribuidor Saclima. Os destaco lo más interesante que vimos:
The 2on Global Installer Summit: es el encuentro anual de instaladores que organiza Huawei. Más de 400 profesionales de todo el mundo que durante 3 días nos reunimos en el espectacular campus de I+D que tienen en Dongguan, una de las instalaciones de investigación y desarrollo más impresionantes del mundo. El campus es conocido por su arquitectura inspirada en ciudades europeas, con una superficie de 1,4 millones de metros cuadrados (el equivalente a todo el barrio Poblenou de Barcelona), con su propio ferrocarril para moverse entre las diferentes áreas, y en ella trabajan miles de ingenieros e investigadores dedicados al desarrollo de tecnologías avanzadas, especialmente en 5G e inteligencia.



Impresiona ver la evolución que han realizado los inversores y baterías de Huawei en tan pocos tiempo. Cuando en SUD empezamos nuestra actividad hace ya 20 años era impensable comprar un inversor o un panel solar que viniera de China. Sólo podían ser de Europa, EE.UU., o Japón. Hoy Huawei dominia el mercado mundial, desde un dominio tecnológico que, por la rapidez y calidad en que desarrollan los nuevos productos, ha cogido con el pie cambiado en Europa y el resto de países de occidente. Es lo mismo que estamos viendo con el vehículo eléctrico. Un dominio absoluto. Hoy en Europa la cuota de mercado de Huawei en el sector residencial es altísima, del 25,8%. Huawei cuenta con 208.000 trabajadores, un 54% de éstos se dedican a I+D. Un ejército hiper-competitivo. Sorprende ver cómo compiten entre marcas (también y especialmente con las chinas), cuando en una sala nos enseñaron varios inversores y baterías abiertos (no nos dejaron tomar fotos) para que viéramos las diferencias interiores de diseños y dispositivos de seguridad.
«The best service is no service», dijo un directivo de Huawei que hablaba de servicio post-venta y mantenimiento. Y es que, por la experiencia que ya empezamos a tener con ellos, tienen pocas incidencias. Según sus datos: mientras la media del sector es de un 1% de ratio de incidencias en inversores, Huawei estaría en sólo el 0,3%.
Seguridad anti-incendios. En cuanto a incendios en baterías: según dicen, Huawei nunca ha tenido ningún incendio causado por una de sus baterías, y es que parece que se toman mucho en serio este tema, con varias medidas anti-incendios que presentan sus baterías, aparte de que la tecnología de baterías es la LFP, más segura que la NMC. En el caso de las baterías industriales, no permiten poner las baterías en el interior de ningún edificio, y uno podría pensar que es porque la tecnología no es suficientemente segura, comparada con otras marcas que sí lo permiten, pero al parecer Huawei no quiere correr abosultamente ningún riesgo en temas de incendios, que una marca como Huawei no podría permitirse la mala imagen de tener casos de incendio. Esto creo que tiene que ver en cómo los chinos (y grandes empresas como Huawei) reaccionan ante los peligros: basta recordar cómo actuaron con el Coronavirus, con cierres y confinamientos absolutos. Desde Europa se veía demasiado exagerado, o que estaban teniendo demasiadas muertes, pero la realidad en el balance post-pandemia es que China tuvo de los ratios de muertes más bajos del planeta, y la forma en que tuvieron que afrontarlo tiene mucho que ver (podríamos decir que fue lo opuesto a la gestión que hizo Ayuso en Madrid).
En la cena final, tuvimos el honor de recibir el premio «Together in Adversity Award», por nuestra larga trayectoria. ¡Gracias a todos los que hacéis posible!



Visita Demo Site de baterías industriales: Visitamos una fábrica de motores eléctricos (¿os suena lo de la nueva ecocomía del GreenDeal? Pues es lo que se está haciendo en China desde hace años), donde aparte de una instalación fotovoltaica de 1,4MWp, tienen 16 sistemas de baterías del nuevo modelo para C&I híbrida aire-líquido (hace que sean más compactas), que en total suman 3,4 MWh de capacidad. Nos enseñaron el módulo de gestión inteligente, que gestiona las cargas y descargas en función del consumo, de la producción solar y del precio de la tarifa eléctrica, llegando a realizar 2 ciclos diarios. De esta manera se aprovecha al máximo la batería, ¡y el retorno de la inversión es de sólo 3,3 años! En China los precios de electricidad diarios y nocturnos son más favorables para este tipo de instalaciones (no tienen el mix eléctrico tan renovable como en España), pero aquí ya empezamos a tener oportunidades para que las baterías puedan realizar también 2 ciclos diarios, como nos indicaba Xavier Cugat el otro día en LinkedIn:

La idea es muy sencilla: cargas la batería cuando el precio de la electricidad es muy bajo o incluso cero (y la puedes comprar a bajo coste, o evitas inyectar fotovoltaica a red a un precio demasiado bajo) y descargas la batería cuando el precio de electricidad es alto (así no compras electricidad a precios altos, o la vendes a precios altos), y la vendes a precios altos. Se hacen más ciclos de batería, lo que hará reducir su vida útil, pero hablamos de baterías que llegan a garantizar 10.000 ciclos, y haciendo dos ciclos diarios (que tampoco serán tantos los días en que puedas hacerlos) serían 13,69 años (en la práctica la batería puede durar más, aunque con menor capacidad), cuando la batería ya está más que amortizada.
Visita a la fábrica Huawei de baterías: ubicada dentro de un inmenso y moderno polígono industrial, vistamos una línea de producción de las baterías para el mercado residencial y C&I, MUY automatizadas. Los operarios básicamente controlan el funcionamiento de robots. En la cubierta de las naves tienen una gran instalación fotovoltaica de 17,5MW, que incluye un show-room donde testean los inversores a condiciones extremas de temperatura (más de 50ºC) y agua cayendo permanentemente, así como sistemas completos con baterías, cargadores de coche eléctrico, sistemas de gestión (EMMA) y sistemas de backup con respuesta de sólo 20 milisengundos, que a la práctica supone que ante un corte de electricidad no hay interrupción en el suministro.



Visita a JINKO: Después fuimos hacia Shanghai, para ver la fábrica de baterías y paneles que Jinko tiene a dos horas de la gran ciudad. Jinko es el primer fabricante de paneles fotovoltaicos del mundo, con una capacidad de producción anual de 125GW. Sólo en 2024 suministraron 92GW. Jinko empezó su actividad en el mundo solar en 2006, y está verticalmente integrada: tiene fábricas desde donde a partir del silicio fabrican los lingotes de silicio, luego las obleas, de aquí las células, y finalmente los paneles. La fábrica que visitamos no es la mayor, es de «sólo» 35GW, pero impresiona mucho visitarla: es un gran complejo de naves de 2,5 km de largo por casi 1km de ancho. Aparte de los módulos fotovoltaicos y las baterías, también fabrican las células fotovoltaicas. A pesar de estar muy robotizada, por sus grandes dimensiones, trabajan 4.000 trabajadores, de los cuales 1.000 viven en un complejo residencial dentro del parque tecnológico.



El almacén está totalmente automatizado, y tiene una capacidad para 1,2GW (que es prácticamente la misma capacidad que instalamos en España en autoconsumo el pasado año). Aquí se ve también la evolución que está teniendo China, abriéndose al mundo: si antes era impensable que nos dejaran hacer ninguna foto en el interior, aquí nos encontramos con unos pasillos de visita con grandes ventanales desde donde podíamos tomar las fotos que queríamos, así como pasando por dentro de la fábrica de baterías por grandes plantas (utility).



Llega la hora de volver a casa. Cuando vamos hacia el aeropuerto, dentro de un gran vehículo 100% eléctrico de alta gama, de una marca que todavía no nos suena porque no ha llegado a Europa, y ves la gran cantidad de grúas que están construyendo puentes, grandes edificios, naves, líneas de tren, piensas que esto ha sido así desde que has pisado la China, que el ritmo de construcción es frenético, brutal, que da vértigo pensar en el ritmo de crecimiento, la energía que allí se desprende, y no puedes evitar sentirte pequeño. Volvemos hacia una Europa envejecida que necesita mirarse en el espejo y decidir qué quiere o qué puede hacer. Haríamos bien en mirar más hacia Oriente (y me refiero, claro, a desarrollo industrial y tecnológico).
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